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lunes, 4 de octubre de 2010

Nuestro Pan Diario =¿El Reino del Yo?

¿El reino de yo?

LEA: 1 Pedro 3:8-17
Santificad a Dios el Señor en vuestros corazones. —1 Pedro 3:15
Biblia en un año:
Jueces 9–10
Lucas 5:17-39
En 1997, Kevin Baugh, de 15 años, y un jovencito amigo decidieron crear su propio país, sólo para divertirse. La República de Molossia comenzó cuando ellos dibujaron un mapa, crearon papel moneda e hicieron una bandera. Actualmente, el Sr. Baugh continúa con su micro-nación tal como comenzó: sólo para divertirse. Cuando Colleen Mastony, reportera del periódico Chicago Tribune, recorrió el reino de poco más de 5.260 m2, en el desierto de Nevada, Baugh le aseguró que continuaba pagando impuestos al gobierno, a los cuales denominaba «ayuda exterior».
«Es siempre en broma», admite Baugh. «Lo hago por el simple placer y deleite de tener mi propio país».
Pocas personas crearán su propia nación, pero todos tenemos un reino del corazón sobre el cual decidiremos quién gobernará. El apóstol Pedro escribió: «Santificad a Dios el Señor en vuestros corazones» (1 Pedro 3:15). «Santificar» significa colocar a Dios aparte para que sea el Señor o Gobernante de nuestra vida.
En el interior de cada uno de nosotros hay algo que anhela controlar nuestras vidas. Quizá sea tan sólo un pequeño rincón donde declaramos nuestra independencia espiritual y sólo nos rendimos cuentas a nosotros mismos.
Sin embargo, la libertad verdadera llega cuando permitimos que Cristo gobierne nuestros corazones.
Cuando Cristo gobierna nuestro corazón, nuestros pies andan en Sus caminos.

Hermosa Reunión de Oración

Gracias a Dios tuvimos un inicio muy padre, que aparte de reunión de estudio de célula, reunión de oración, se convirtió en un compañerismo muy padre.
Gracias a Dios por todos los que tuvieron la oportunidad de asistir a esta primera de miles y miles reuniones de oración.
Fue muy grato escucharlos, escuchar sus oraciones, sentir como el Espiritu Santo fue derramado en nosotros y fuimos llenos de Él.
Gracias a Dios por las personas que se agregaron a esta reunión, gracias por la vida de Ana y Héctor, que nos conmovieron hasta las lágrimas, al igual que Carlos papá, sabemos que Dios, va a continuar haciendo el trabajo en sus vidas y peticiones personales, al igual que la de todos los demás miembros de la célula tan hermosa que Dios nos regaló.

De verdad que gracias a Dios por nuestras vidas, por darnos ese maravilloso regalo de la vida eterna.
personalmente me conmueve mucho esta hermosa vida que tenemos al lado de Cristo.
Espero que estas reuniones y las por venir sean igual, de mucho aliento para ustedes y sus familias.

Que Dios los Bendiga Abundantemente.


Atte:
=Juan Moya=